Las dos preguntas
Hace unos días terminé de leer un libro que me trajo mi
amigo Alberto. Es un libro sobre motivación (Drive) de Daniel Pink. Y en ese libro me encontré con una joyita.
Pink propone que pensemos en dos preguntas:
1-
¿Qué te hace levantar por la mañana?
2-
¿Qué te quita el sueño por la noche?
El objetivo es responder
a estas dos preguntas de la manera más amplia posible y luego resumir en una
oración cada respuesta. La idea es usar esas
respuestas como brújula para nuestro accionar cotidiano. Recordar para qué nos
levantamos y hacemos lo que hacemos aporta dirección y sentido a lo que
hacemos. Nos ayuda a sobrellevar mejor todo lo que no nos gusta, nos irrita o
incluso lo que nos duele en nuestra vida de todos los días.
Ahora bien, respecto de la segunda pregunta, la idea es que
podamos preguntarnos qué estamos haciendo en cuanto a aquellas cosas que nos
preocupan. ¿Solo me quejo? ¿La culpa la tienen los otros? ¿No hay nada que yo
puedo hacer por mi misma? Por supuesto, no todos los problemas que tenemos
dependen enteramente de nosotros, la mayoría involucra a otras personas,
instituciones, decisiones ajenas, incluso de la suerte… Pero independientemente de lo aleatorio, de
eso que no controlamos para nada, en todos los casos tenemos un círculo de
influencia, un área en la que sí puedo hacer algo, por más pequeño que sea.
Como decía Víctor Frankl (1905-1997), sobreviviente de Auschwitz y creador de
la Logoterapia, a veces lo único que podemos hacer es elegir la actitud con la
que vamos a enfrentar eso que nos desvela. Nos permite hacer uso, aún en la
situación más extrema y con un mínimo de margen, de nuestra libertad, la libertad
última, como la llamaba Frankl. Puedo elegir la manera en la que voy a mirar mi
problema, mi dolor, mi desasosiego. Parece poco, pero hace toda la diferencia.
¡Buena suerte con las preguntas!
