El sábado
16 de enero, a Omar Viviani, el jefe de los taxistas, se le preguntó en una
entrevista periodística qué iba a suceder con el PJ dentro del nuevo contexto
político, su respuesta fue directa, “Tiene que haber una renovación. No tiene dueño. Una cosa es el PJ y otra
el Frente para la Victoria, que es un sello electoral en el que el peronismo es
mayoritario”. Cuando el periodista le sugirió que esa no era la visión que
tenía La Cámpora, Viviani dijo: “Que se tomen un Ibuevanol*”.
Su respuesta no me shockeó, pero me resultó
innecesariamente machista porque así nomás, para denostar a La Cámpora aludió a
la idea de que dicha agrupación está menstruando. ¿Por qué Viviani respondió de
esta manera? Porque en su imaginario, las mujeres menstruantes son “locas e
irracionales” como para él lo sería La Cámpora.
El lenguaje no es inocente porque trasluce ideología y por lo
tanto tampoco es inocente lo que las personas dicen. Qué pena que Omar Viviani
con su pequeño comentario haya insultado gratuitamente a la mitad de la humanidad cuando en realidad lo que quería era insultar a La Cámpora.
A través de un comentario aparentemente casual, se evidencia el profundo machismo que habita en la política argentina.
* Ibuevanol analgésico y antinflamatorio que calma los dolores
menstruales.
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