Una hermosa lista
Cada comienzo de año, escribo algunos objetivos/deseos que
tengo para ese año. Unos pocos son grandes, otros no tanto, pero para mí son
significativos, así es que los escribo. Parecen más bien una humilde lista de
supermercado aunque nunca son más de 7 u 8 cosas que me propongo. Si son más,
me da la sensación de que no los he priorizado lo suficiente.
Al final de ese año vuelvo a leer la lista y le dedico un tiempo
a pensar como estoy respecto de ellos, en qué medida se cumplieron, qué cosas me
ayudaron a llegar donde quería y cuales me alejaron. No me lleva mucho tiempo
hacer esta reflexión, pero como para mí es un ritual importante que une el
final de un ciclo y el comienzo de otro, nunca me lo salteo.
A veces esos objetivos/deseos pasan de un año a otro, porque
requieren de mi esfuerzo sostenido y otras veces me sorprendo logrando cosas
que pensé que ya no lograría. Pero independientemente de cuál sea mi logro, cuando
me detengo en él, me doy cuenta que en todo lo que consigo, siempre hay otro
que de alguna forma me ha ayudado, me ha alentado, me ha apoyado. Mis amigas,
mis amigos, mi marido, algunos colegas, en definitiva…otros. Entonces comienzo
la segunda fase que tiene que ver con mi lista: agradezco.
Llamo o le escribo a esas personas que tuvieron la
generosidad de ayudarme y les agradezco eso que me regalaron a lo largo del
año. A veces, hasta puedo apreciar en mi corazón a los que no lo hicieron, a
los que fueron obstáculos en mi camino porque me obligaron a ser más
perseverante, más creativa para lograr eso que tanto quería. Pero no me engaño,
esto no es lo más usual, sencillamente no me resulta fácil. Pero cuando pienso
en mi lista, me viene a la mente una frase hermosa que leí en un libro de
Daniel Kahneman, premio Nobel de Economía 2002, (sí, economía!) que dice: “Es
más natural considerar los resultados
como ganancias y pérdidas que como
estados de riqueza”.
Lo dijo Camus, lo
dijo Frankl y Kahneman lo recuerda: lo que cuenta es lo que aprendemos en el
camino mientras lo recorremos. Entonces, Feliz fin de año y buena caminata para
el año próximo.
Te deseo una hermosa
lista para el 2014.
Gracias Marilén, qué lindo ritual. Primero el propósito, luego la sorpresa del poder de uno mismo, y finalmente quizás lo más importante: el agradecimiento a los otros y a la vida!
ResponderEliminarSilvia
Gracias a vos, Silvia por la compañía! Y si, el agradecimiento, algo tan terapéutico y hermoso!
EliminarMarilén : vivir el recorrido apreciando nuestras riquezas ... una buena ide a para nuestra listas.
ResponderEliminarYo en mis plegarias abrazo a los que incluso han hecho daño...
Bravo por vos, Laura, a mi me cuesta bastante agradecer a los que me dañan! Pero estoy en eso. Abrazo fuerte para vos y que tengas un precioso 2014
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