La dicha
pequeña
“La pequeña
dicha es de naturaleza tranquila y estable. Tiene que ver con la paz, la
armonía, ser uno con aquello que buscamos. No es nada que mueva el mundo, sólo
mueve el corazón”*, así
define Elisabeth Lukas, escritora, terapeuta y discípula de Víctor Frankl, a
aquellas cosas que aunque ínfimas aportan alegría y por lo tanto sentido a nuestras
vidas.
Algo así como
ser capaces de experimentar gozo por un beso recibido, por el calor que nos
ofrece un rayo de sol, por los colores de una flor o por el poema que reverbera
a lo largo de los siglos y llega a nosotros para agitarnos el corazón.
Tener la
capacidad de albergar dichas pequeñas nos permite anclarnos a la vida y nos ofrecen
sostén aún durante las borrascas del alma.
* Elisabeth
Lukas, Psicoterapia en digidad, Editorial San Pablo, Buenos Aires, 2004