¿Y si fuera yo?
El 3 de diciembre de este año, por orden de un juez
federal, se allanaron 37 habitaciones del hotel Las Naciones que queda en Corrientes
al 800 y se liberaron a 23 mujeres que eran explotadas sexualmente. Habían sido
captadas por su situación de vulnerabilidad, porque al momento de unirse a esta
red de tráfico, no habían encontrado ninguna otra forma de resolver la
situación precaria en la que se encontraban. Según los testimonios, ninguna
podía dejar esta actividad voluntariamente. Una vez adentro, adentro para
siempre.
Lo que más me cuesta comprender no es cómo la actividad en este
hotel, que está clavado en el centro mismo de la Ciudad de Buenos Aires, -
queda a dos cuadras del Obelisco, a media del Teatro Gran Rex y también a media
cuadra del Teatro Maipo-, podía llevarse adelante tan “abiertamente”, sino que
de los diez procesados, los principales cuatro imputados son mujeres. (Más info en http://www.lanacion.com.ar/1758995-diez-procesados-por-explotar-sexualmente-a-mujeres-en-un-hotel-del-centro-porteno).
Una mujer que explota a otra no tiene que hacer un salto
mental para imaginar lo que sería estar obligada a prostituirse, una y otra
vez, a lo largo de todo el día, todos los días. Las mujeres sabemos lo que es
que un hombre entre en nosotras. Cualquiera de nosotras puede estremecerse ante
la sola idea de que nuestro cuerpo sea usado, lastimado, avasallado de esa
manera. Porque yo soy mi cuerpo y mi cuerpo soy yo. Quizás por eso me cuesta tanto
entender que las principales cabecillas de esta red de trata de personas hayan
sido mujeres. Una incluso vivía en Puerto Madero y se había comprado un Citroën
C3 con el sudor de las 23 mujeres a las que esclavizaba. ¿Cómo es esto posible?
Sencillo, las 4 cabecillas, cuando
miraban a aquellas a las que explotaban nunca se preguntaron, ¿y si fueran mis
hermanas, mi madre, mis hijas? Nunca se preguntaron : ¿Y si fuera yo?
Como decía Calígula, el famoso tirano romano, en la
extraordinaria obra de teatro publicada
por Albert Camus en 1944, “Cuando el dinero lo es todo, la vida no vale
nada”.
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