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miércoles, 3 de abril de 2013


El regreso de las 85

¿Cambio de moda o cambio de conciencia?

Puede que lo mío sea puro optimismo. Pero Gabriella, una amiga del alma dice que no, que es tendencia, que de lo contrario Drew Barrymore y Victoria Beckham, entre otras, no habrían optado por la reducción de senos. ¿Cuál es la razón para mi optimismo? Pareciera ser que después de demasiados años en los que el aumento de busto fue epidemia, existe hoy en día una preferencia, en cuanto a estética corporal, por la belleza natural y por el respeto a la armonía. Eso, según los que saben, significa que los implantes colosales propios de los 90 ya no serían cool y por lo tanto, habría menos demanda. Una estupenda noticia para todas las que como yo, formamos la Legión de las “85”, sí, 85 cm de contorno y a mucha honra.

Lo que me preocupa de esta supuesta nueva tendencia es que la demanda disminuya por un tema de moda y no porque las mujeres hayamos desarrollado una mayor aceptación y cariño respecto de cómo somos y cómo lucimos. Es cierto que casi la totalidad de las mujeres, una vez al año, al mes, a la semana o al día (dependiendo de las fluctuaciones propias de cada una) nos sentimos feas, gordas, viejas o tontas, para mi esta es una “ley de la psicología femenina” que funciona independientemente de nuestra belleza, peso, edad o inteligencia. ¿Pero quién dice que como somos no estamos bien? ¿Quién determina que nuestro aspecto no tiene que ver con los parámetros de la belleza. Y además ¿cuál belleza? ¿Acaso hay una sola? En mi opinión la respuesta está en el impacto que tiene sobre nosotras  la industria de la moda y de la estética. Esta última necesita de nuestros complejos, de nuestra falta de amor por nosotras mismas para prosperar. Y no es que esté ciegamente en contra toda cirugía, estoy en contra de que este sea el recurso que nos permite “amigarnos” con quienes somos. Que la cirugía se convierta en la herramienta que nos da autoestima y capacidad para valorarnos. ¿Alguna vez volverá a estar de moda conservar la propia cara hasta que morimos? ¿En algún momento estaremos en condiciones de aceptar que el tiempo pasa, nosotros con él y que eso es natural? A veces me considero un gliptodonte pensando y diciendo estas cosas, pero justo cuando empiezo a sentirme muy sola, aparecen algunas otras y otros con quienes coincidir y entonces me siento mucho mejor.

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