Bondad
Hace unos
pocos días estaba trabajando con un grupo de 50 jóvenes profesionales venidos de diferentes partes del mundo. El tema era la
comunicación y como parte de la dinámica del trabajo les pregunté bajo qué
reglas les gustaría trabajar durante ese día. La idea era que ellos sugirieran
no más de 7 u 8 normas que todo el equipo respetaría a lo largo de la jornada. La
lista se realizó en poco tiempo y una de las normas que consensuaron incluir fue
la de kindness, es decir, tratarse con bondad.
En las más
de doce ediciones que he coordinado este taller en los últimos cuatro años, esta
fue la primera vez que alguien sugería incluir como pauta a la bondad. En seguida me puse a pensar, ¿acaso
los intercambios en este equipo no lo eran? ¿El ambiente laboral era áspero? ¿Tenían
problemas de convivencia? A medida que trabajábamos, me di cuenta que ninguno
de mis interrogantes parecía tener asidero. El trato que se prodigaban era
amable, se escuchaban con atención y respeto… Al finalizar la tarde comprendí que
la respuesta era mucho más simple. Eran un grupo de jóvenes mujeres y hombres
que habían entendido que en un contexto de amabilidad, el aprendizaje, los
errores, el intercambio de ideas opuestas resultaba mucho más fácil.
Esa tarde,
cuando volvía a mi casa, recordé una vez más, por qué me gusta tanto ayudar a otros
a desarrollar sus talentos. Siempre salgo enriquecida.
La bondad y el buen trato siempre resulta el mejor medio para poder alcanzar lo que deseamos, por más que en el camino nos encontremos con personas que no la prefieren, muchas veces encontramos a personas que si, y siempre es tan lindo! Gracias por tus palabras Marilen. ¡Y por tu tiempo y calidez aquella vez que te entrevisté! Los buenos líderes no crean seguidores, sino ¡más líderes!
ResponderEliminar¡Gracias!