Vírgenes Juradas: Cuando ellas son ellos
Por
Marilen Stengel
Se cree que no quedan más que 30 ó 40 de ellas en el
norte de Albania. La vírgen jurada o
virgjeneshtë en albanés,
es un mujer que o bien para evitar un matrimonio que no desea o para que la
familia no se vea privada de un hombre, renuncia al matrimonio y jura
mantenerse célibe de por vida ante los
ancianos de la comunidad o del pueblo. Durante la ceremonia, se corta el pelo,
se viste como hombre y recibe el permiso de llevar armas y de ocupar la
posición de jefe de familia.
Esta tradición aparece registrada por los viajeros
europeos en el siglo XIX en regiones agrícolas remotas, no solo entre albaneses
sino también entre eslavos del sur y gitanos, sobre todo en regiones agrícolas remotas, donde se
continuaba viviendo en grupos de familias y clanes con un ordenamiento arcaico.
La figura de la virgen
jurada le permitía a las familias que se quedaban sin hombres, contar con un
miembro que pudiera asegurarles la supervivencia ya que estas tenían permiso
para hachar un árbol, cazar o realizar cualquier otra tarea de “hombres”, algo
estrictamente prohibido y penado en las mujeres. Y esta es precisamente la
historia que elige narrar la directora
de cine italiana Laura Bispuri en la película que lleva como nombre Vergine Giurata (Vírgen Jurada) que se presentó
en el 65º Festival Internacional de Cine Berlinale en Berlín. Una historia
hermosa, conmovedora y muy recomendable, ya que enfrenta al espectador a una
realidad poco conocida por el gran público, en la que una mujer para poder
sostener a su familia, toma la decisión de ser una virgen jurada. En la ficción la historia no termina allí , pero en la realidad, estas mujeres nunca más vuelven a actuar como tales.
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